fbpx

“El aleteo de una mariposa puede causar un huracán a millones de kilómetros” es un proverbio que explica “el efecto mariposa”, base de la teoría del caos, que indica que la modificación de una pequeña variable sea determinante para afectar cualquier resultado. Aplicado a la realidad concreta, podría decirse que el accionar del más pequeño sujeto puede afectar el desarrollo de todo el orden social. Esto podría explicar lo sucedido con “las mariposas”, las hermanas Minerva, Patria y María Teresa Mirabal, opositoras al régimen opresor de Trujillo, dictador de República Dominicana entre 1930 y 1961. Su martirio no solo causó la caída de la dictadura trujillista, sino que nos obliga a no mirar a otro lado cuando se habla de la violencia machista.

El aleteo de las mariposas

Minerva y María Teresa eran las más activas en la lucha en contra del régimen, Patria les brindaba su apoyo y su casa para ocultar armas y reunirse. Las mariposas, como se las conocía en la resistencia, una suerte de nombre de guerra, habían nacido en el seno de una familia rural acomodada, cuya fortuna se vio mermada por las medidas de Trujillo, esto llevó a que toda la familia se opusiera a la dictadura.

Tanto las mariposas como sus esposos fueron apresados y torturados en varias oportunidades, aunque en el caso de Minerva y María Teresa, el castigo a su rebeldía se realizaría (como es habitual para las mujeres en estos contextos) sobre sus cuerpos, teniendo que soportar repetidas violaciones durante sus encarcelamientos.

Luego de su ultima liberación, el gobierno dictatorial elaboró un plan para eliminarlas definitivamente, de hecho, la misma liberación fue parte del mismo.

Trasladaron a sus esposos a una cárcel cercana a su domicilio, para que, durante el traslado en auto de las mariposas para visitarlos, las fuerzas de seguridad pudieran simular un accidente.

El plan se puso en marcha en noviembre de 1960, los dos primeros intentos sin éxito puesto que viajaban con niños. El tercero, un 25 de noviembre, fue exitoso, resultando en el homicidio de las tres hermanas Mirabal (y su chofer). Fueron estranguladas y golpeadas hasta la muerte, y luego arrojadas a la ruta para simular el choque.

La sociedad dominicana, luego de 30 años de dictadura, conocía bien los engaños y no creyó el cuento del accidente, por lo que un gran número de ciudadanos se plegó a la causa de las mariposas. Externamente el régimen trujillista tampoco era bien visto y ya contaba con sanciones de la ONU por la violación a los derechos humanos; incluso la CIA se encontraba prestando ayuda logística y armas a la resistencia en contra de Trujillo. El asesinato de las mariposas fue el desencadenante de los acontecimientos que llevaron al asesinato del dictador en mayo del 61, y al fin de su tiranía meses después.

Una cuarta hermana Mirabal, Bélgica (Dedé), fue la encargada de mantener viva la memoria de las mariposas, convirtiendo su casa en un museo.

En 1981 el movimiento feminista latinoamericano declara la fecha de su homicidio, 25 de noviembre, día de la lucha por la erradicación de la violencia contra la mujer, adoptado años después por la Organización de las Naciones Unidas, instando a los países miembros a tomar medidas para tal fin.

La dictadura y las mariposas

Rafael Leónidas Trujillo gobernó durante 30 años República Dominicana, la que se conoce como una de las dictaduras más sangrientas de América Latina.

Tomó el poder por la fuerza en 1930 cuando era jefe de la policía, instauró un régimen de terror a través de elecciones fraudulentas y la represión. Suprimió las libertades civiles, reprimió manifestaciones, organizó un genocidio en contra de los pobladores haitianos en territorios dominicanos, que afectó a ciudadanos de la república con piel oscura (1937), instauró prisiones clandestinas donde se torturaba y asesinaba a opositores.

Durante su gobierno amasó una gran fortuna a través de sus empresas privadas, beneficiadas por sus medidas económicas como dictador, entre las cuales se encontraban el recorte de subsidios, despidos masivos, no pagar la deuda externa y limitar las importaciones. Hay quienes reconocen una prosperidad económica durante su gobierno, lo que no puede negarse es su propia prosperidad económica.

Su régimen fue totalmente personalista, imponiendo un culto a su persona a través del Estado y el uso de la fuerza. El carnet de inscripción a su partido político pasó a ser de uso obligatorio para todo ciudadano y ciudadana, en cada patente de auto se leía la frase “Era de Trujillo”, los bustos y estatuas se multiplicaron en todo el país, entre otras tantas medidas tomadas para realzar su figura. Una de las mas llamativas sea quizás, la de obligar a escritores a firmar sus libros como autor de los mismos.

La dictadura de Trujillo fue una más en una América Latina que se convirtió en un terreno fértil para estos gobiernos durante la primera mitad del siglo XX, incluso hasta los 80 en el cono sur, pero es recordada por ser una de las mas represoras y asesinas, además de ser la que no pudo sobrevivir a las mariposas.

La rebelión de las mariposas nos indica que la teoría del caos es cierta, la resistencia de estas mujeres nos muestra que una pequeña acción puede torcer el curso de los acontecimientos, pero es su vida y su lucha la que nos demuestra que la violencia en contra de las mujeres, en contextos represivos, de guerra o en la mas absoluta paz cotidiana, es mortal. Por las mariposas, por todas, #NiUnaMenos.

 

Por Maximiliano Castillo
Estudiante de Prof. de Historia
Para Peña de Mujeres Web