Vas a poder armar viandas sencillas, saludables y nutritivas (y que sean la envidia de tus compañeros de trabajo)
Es muy difícil encontrar un punto de encuentro entre la falta de tiempo y la necesidad de tener una alimentación más saludable, sin embargo, si la organización puede entrar en esta ecuación y el deseo se impone, es posible armar un menú semanal que nos haga sentir más sanos y que a la larga impacte en un mejor rendimiento diario.
En esta nota te damos algunos tips para que puedas armar viandas sencillas, saludables y nutritivas (y que sean la envidia de tus compañeros de oficina):
Planificá tus comidas con anticipación
Esto te permitirá dejar el tupper listo la noche anterior y evitar que tengas que ponerte a cocinar algo rápido antes de salir para el trabajo. La planificación, además de organizarte al hacer las compras, te va a ayudar a comer más variado: un día carne, un día pollo, un día pescado, otro pastas, otro legumbres, y todo acompañado por verduras y frutas frescas. Recordá que cuanto más colorida sea tu comida, mayor será la variedad de vitaminas y minerales que le aportes a tu organismo.
Equipá tu alacena y tu freezer
Que en tu despensa no falten latas de atún, arroz integral, lugumbres, quinoa o trigo burgol y en tu heladera o freezer procurá tener siempre bifecitos de carne o pollo, verduras congeladas, queso, huevos y frutas. Estos alimentos te permiten hacer un montón de combinaciones y llenar tu tupper de ricas y nutritivas preparaciones.
Tené siempre a mano snacks saludables
No sólo del tupper vive el hombre, los snacks también son importantes porque evitan los largos ayunos que nos provocan tanto mal humor y nos hacen llegar con un hambre voraz al almuerzo o la cena. Siempre que puedas elegí proteínas que te aportan mayor sensación de saciedad: trozos de queso, bastoncitos de zanahoria o apio, almendras y nueces, frutas frescas y barritas de cereal.
Cociná y porcioná
Si te da fiaca cocinar entonces cuando lo hagas no cocines para el día, por el contrario planificá, organizá, porcioná y guardá en el freezer para el resto de la semana. Por ejemplo, si preparás pollo no cocines una sola pechuga, comprá varias y hacé bifecitos o cortalas en cubitos y dejalas listas para saltear con verduras. Si hacés arroz no hagas un pocillo, hacé una taza o dos y usalo como guarnición o para hacer croquetas. Lo mismo si hacés lentejas o garbanzos que son ideales para darle más consistencia a tus ensaladas o para preparar unas riquísimas hamburguesas vegetarianas.