Su invención data del 1876, dos años después del llamado “The Great Tom Collins Hoax of 1784”. Una broma o engaño que se hizo popular entre los neoyorquinos.

Unos a otros se preguntaban: “¿Has visto a Tom Collins? ¡Está muy cerca!” y ante la respuesta negativa, el bromista le contestaba a su “víctima” que mejor que lo encontrara pronto porque estaba hablando mal de él. Más de uno se obsesionó con buscar a Tom por los bares. Ahora seguro que si piden por él en la barra recibe un sí por respuesta, tal como lo demuestra Santiago de Racó Lounge en este video!